En 1973 Pink Floyd publica su álbum "La cara oculta de la luna", un éxito sin precedentes que llegó a vender cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo y batió récords de permanencia en las listas musicales. Para entonces, el grupo había evolucionado desde sus comienzos psicodélicos en 1967, bajo el liderazgo de Syd Barret, hacia un rock experimental y progresivo con el referente de Roger Waters, Richard Wright y David Gilmour, una vez Barret abandonó el grupo por su adicción desmesurada a las drogas.
El tema más popular del disco fue, sin duda, el primero de la cara B, "Money", una crítica a la importancia del dinero. Al igual que ocurrió con Supertramp, Pink Floyd hizo caso a quienes le aconsejaron introducir el saxofón y toques jazzísticos en sus composiciones para facilitar su éxito en Estados Unidos. La cuidada grabación y los efectos de sonido, con la celebérrima introducción a modo de ritmo percusivo del ruido de una caja registradora al cobrar, son aportación del ingeniero de sonido del álbum, Alan Parsons quien, posteriormente, triunfará con su propio proyecto musical. A destacar los cambios rítmicos del tema, adaptados a los espectaculares solos que protagonizan el saxo Dick Parry y el guitarrista David Gilmour.
