En 1997 Lhasa de Sela graba su primer álbum, "La llorona". Cantado en español, el álbum es fiel reflejo del carácter nómada y peculiar de esta norteamericana, de padre mejicano y ancestros europes, judíos y asiáticos, que vivió su niñez en un antiguo autobús escolar, reconvertido en casa ambulante. Afincada finalmente en Quebec, su vocación artística la vuelca en la composición e interpretación. Con temas mezcla de estilo ranchero, texmex, klezmer, fado, rock o country, "La llorona" sorprenderá y dará a conocerla internacionalmente, triunfando especialmente en Francia y el Canadá francófono. Tras una estancia europea y una breve incursión en el mundo del circo, junto a sus hermanas, la cantante editará en 2003 un segundo trabajo, compuesto entre Marsella y Quebec, con temas en inglés, francés y español, "The Living Road", ahondando en su peculiar y heterogéneo estilo. Finalmente, en 2009 la cantante publica su último trabajo, "Lhasa", así llamado por ser, según la artista, el más personal de todos. Editado cuando ya estaba enferma del cáncer que, con solo 37 años, acabaría con su vida, es sin duda, el más íntimo y auténtico de sus trabajos. Grabado en inglés, destila emoción y melancolía a raudales, con enorme calidad y madurez musical e interpretativa, como refleja la magnífica -y triste- canción que aquí proponemos.