De ella cuentan que, con solo cuatro años, después de escuchar tocar el tema "Claro de luna" de Beethoven, se sentó delante del piano y reprodujo varios de sus pasajes, con lo que sus padres la llevaron a clases de piano, para frustración de su profesora que, con el tiempo, comprobaría que hacía como que leía las partituras cuando, en realidad, tocaba todo de oído y de memoria. Junto a este talento innato, esta californiana reúne unas circunstancias vitales complejas, algo común a no pocos genios artísticos: infancia familiar complicada, una prematura, intensa e intermitente relación con las drogas y el alcohol en compañía de una hermana finalmente muerta a causa del VIH, trastorno bipolar tardíamente diagnosticado, o un puñado de relaciones sentimentales tóxicas. Afortunadamente, a mitad de camino de una trayectoria vital ya próxima a la cincuentena, su mánager y actual marido, Scott Guetzkow, le ayudó a centrarse en su enorme capacidad interpretativa y creativa, no sin algunas recaídas. Multiinstrumentista y compositora pero, sobre todo, enorme vocalista, es especialmente en los directos en donde Beth Hart ha adquirido el carisma y admitación que le rinde el público. Bastante más comedida y madura en su puesta en escena que en su juventud, la artista nunca ha abandonado del todo su imagen de chica mala.
Nuestra propuesta de hoy lo es a ritmo de blues y por partida doble: "Baddest Blues", compuesta por la propia cantante, en la que se expresan las dudas sobre el amor de un hombre ("El amor es el blues más malo", dice el estribillo). Y "I´ll Take Care Of You", tema en el que Beth Hart acompaña al guitarrista -y también bluesman- Joe Bonamassa, mostrando todo el sentimiento y sensualidad que el blues puede llegar a expresar de la mano de estos artistas.