Hablábamos en su día de cómo Gilbert O´Sullivan había intentado cubrir el hueco romántico que Los Beatles -singularmente Paul McCartney- habían dejado en el panorama musical británico con su desaparición en 1970. Algo parecido debieron pensar los ingleses Roy Wood y Jeff Lynne, cuando ese mismo año crearon la Electric Light Orchestra (ELO) como grupo de rock sinfónico que integraba instrumentos de cuerda en sus arreglos musicales, algo en lo que también Los Beatles fueron pioneros y a lo que igualmente ya hicimos mención en este blog, a propósito de la canción "Eleanor Rigby". Tras unos comienzos difíciles, que supondrán la salida de Wood del grupo, y ya bajo el liderazgo único de Jeff Lynne como productor, compositor, músico y cantante, la ELO irá alcanzado un mayor grado de madurez creativa y escénica, con un cuidado acople entre la banda de rock y los instrumentos de cuerda, y una progresiva popularidad que llegará a la cumbre a mediados de los setenta, con la publicación de álbumes como "Eldorado" y, muy especialmente, "A New World Record" en 1976, trabajo que contiene la canción que hoy te proponemos.
La letra, como otros temas del grupo, no escapará a la polémica en esos convulsos años, generándose una importante controversia sobre si se trataba de un alegato antiabortista, o en defensa de las ballenas, o, incluso, sobre el suicidio de uno de los violinistas del grupo. Según aclararía el propio Lynne, el tema únicamente describiría las sensaciones que pueden llegar a causar el amor y el desamor :"Es algo vivo, no te lo puedes perder, es un regalo, ¡qué terrible perderlo!", reza el estribillo. En cualquier caso, para quien quiera atender la letra y no hable inglés, adjuntamos también un vídeo de la canción traducido al castellano. Sí parece cierto que, en un principio, la historia de "Livin´ Thing" transcurría durante unas vacaciones en España. De ahí la introducción a lo pasodoble del violín, que culmina con un toque de clarín taurino, antes de la potente entrada de batería y guitarra acústica que, junto a los acertados arreglos de cuerda y coros, sustentan la gran interpretación vocal de Jeff Lynne. Un clásico imprescindible que proponemos en la magnífica versión en directo que el grupo hizo de esta canción en 2017, en un abarrotado estadio de Wembley, destacando su fidelidad a la versión original editada cuarenta y un años atrás.