Antes de decidir dedicarse a la música, este dominicano cursó estudios de literatura y filosofía. Su progresiva inclinación por la música, le llevará a estudiar en el conservatorio de Santo Domingo y, posteriormente, a graduarse en Berklee en composición de jazz. De vuelta a su país, el cantante integra el grupo 4.40, nombre tomado de la peculiar forma en que algunos artistas latinos denominan a los 440 herzios que sirven de referencia para afinar los instrumentos. En 1983 publicarán su primer álbum, basado en el merengue y con influencias jazzísticas que, a pesar de su calidad, no tendrá gran repercusión. Sus dos siguientes trabajos, con el progresivo liderazgo de Guerra, y ritmos como el merengue, la bachata, el bolero o la salsa, les otorgan el reconocimiento en su país. Pero será en 1989, de la mano de su álbum "Ojalá que llueva café", cuando el artista dominicano, con sus 4.40, traspase fronteras y comience una exitosa carrera internacional, que le llevará a vender más de cincuenta millones de discos en todo el mundo y a obtener incontables reconocimientos. Hasta 26 grammys obran en poder de este caribeño, que ha compuesto e interpretado temas tan famosos como el del título del álbum citado, "La bilirrubina", "Como abeja al panal", "Burbujas de amor", "A pedir su mano", "Bachata rosa", "Visa para un sueño" o "El costo de la vida". Y que ha trabajado con artistas como Rubén Blades, Paul Simon, Sting, Tony Bennet, Michel Camilo, Juanes, Enrique Iglesias, Luis Fonsi, Miguel Bosé, Alejandro Sanz o Diego Torres, siempre con sus ritmos caribeños y unas letras intimistas, amorosas o reivindicativas, muy sinceras y no exentas de ironía.
La canción que hoy te proponemos y con la que se dará a conocer en España, es uno de los pocos éxitos ajenos al cantante. Se trata de un tema compuesto por el guayanés Julio Delgado e interpretado con anterioridad por un grupo llamado Un Solo Pueblo. Aclararemos que el Callao de la canción no es el peruano, sino una localidad venezolana de igual nombre, cuna del calipso -ritmo del tema original-, estilo antillano con letras que utilizan indistintamente el inglés, el francés o el español. En cualquier caso, a Guerra el tema le gustó y, tras añadirle algún toque personal, le hizo un arreglo de merengue con más ritmo. Aunque pensó "ceder" su versión a otro intérprete -no son pocos los cantantes para los que ha trabajado como compositor- a sus compañeros de grupo la versión les gustó tanto, que le convencieron para incluirla en el álbum "Ojalá que llueva café", convirtiéndose en un gran éxito mundial. El tema, tras una breve introducción con un riff de guitarra tecno, se torna en un merengue de ritmo trepidante, siendo todavía habitual escucharlo en fiestas y pistas de baile.