Nacida y criada en su niñez en Alemania, esta inglesa de ascendencia indofijiana y malasia, llegó a la adolescencia interpretando temas propios de estilo pop y folk. Su potente y personal voz, algo ronca y oscura, pronto llamará la atención en el ambiente artístico londinense, fichando al tiempo por la discográfica Warner, con quien editará su álbum más señero, “Ancient Heart”, que contiene éxitos como “Good Tradition” o nuestra propuesta de hoy.
Tanita Tikaram será un referente del pop folk mundial en el lapso de los ochenta a los noventa, aunque paulatinamente pasará a un ámbito más minoritario, llegando a alternar períodos de inactividad artística con nuevas propuestas musicales que, aunque de menor impacto comercial, siguen mostrando su gran capacidad creativa e interpretativa. Artista de cullto, sus composiciones rezuman talento y buen gusto, con letras de profundo contenido poético. De su etapa más prolífica nos quedamos con “Twist In My Sobriety”, de letra enigmática que, según la artista, refiere la dificultad que conlleva el tránsito de la adolescencia a la vida adulta. El comienzo de la letra (“Todos los hijos de Dios necesitan zapatos para viajar”) está tomado de la poetisa estadounidense Maya Angelou. Con marcado ritmo percusivo y un acertadísimo uso del oboe, a cargo del gran oboísta británico Malcom Messiter, la canción mantiene el mismo tono evocador y emocionante que provocó en su momento.
Insertamos dos vídeos. Uno con su traducción en castellano (ni su edición ni alguna falta de ortografía son responsabilidad de este blog) y otro el -en su día- original que editó la artista y que está grabado en un poblado del Altiplano boliviano.