Comenzaremos recordando que hoy hace justo un año echó a andar este blog, de la mano de Jim Croce y su emotiva canción "Time In A Bottle".
Si durante la Semana Santa del año pasado publicamos la marcha procesional "Mater Mea", de Ricardo Dorado Janeiro, este Viernes Santo haremos otra propuesta de temática religiosa, aunque con más ritmo. Para ello retrocedemos a 1970, cuando los británicos Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letra) crearán la ópera rock "Jesus Christ Superstar", una interpretación libre de la figura de Cristo, centrada en su faceta humana durante la Pasión. Enmarcada musical y estéticamente en la época contracultural hippie de finales de los sesenta, la obra otorgará también especial protagonismo a la figura de Judas, como contrapunto a un Jesús que acepta su destino en la cruz, y a María Magdalena, que encarnará el amor por el hombre. Aunque a cinco décadas vista parezca algo fútil, la idea de llevar la vida de Jesús a un espectáculo rock -no se hará explícita su divinidad pero el personaje será tratado en todo momento de forma respetuosa- y circunstancias como la no presencia de María madre o el tratamiento que recibirán algunos personajes históricos, hará que la obra no escape a la polémica en su momento. Estamos, en cualquier caso, ante una gran creación artística musical que, en 1973, será llevada a la gran pantalla de la mano del director canadiense Norman Jewison, quien tiene en su haber películas como "El violinista en el tejado", "En el calor de la noche" o "Huracán Carter". Ted Neeley como Jesús, Carl Anderson como Judas e Yvonne Elliman como María Magdalena, encabezan el acertado plantel de intérpretes de este histórico filme musical que, a pesar de alguna coreografía y determinados elementos del montaje algo obsoletos, merece la pena.
Respecto al tema que hoy proponemos, "Getsemaní", es probablemente el momento cumbre de la obra. Se trata del rezo de Jesús en el monte de los Olivos, justo antes de comenzar su Pasión propiamente dicha, cuando -en plena angustia y desazón ante su inmediato destino- pide a Dios que le libre del trance, aun aceptando su voluntad. Un pasaje bíblico, que la obra centrará en la duda humana que en ese momento asalta a Jesús. La escalada física que del monte hace el protagonista, coincide con una emotiva y creciente interpretación, acorde al crescendo y final del tema.