miércoles, 21 de octubre de 2020

DIRE STRAITS "SULTANS OF SWING"

Estamos en 1977. El guitarrista Mark Knopfler sobrevive a duras penas, sin apenas dinero ni para pagar las facturas del modesto piso de Londres que comparte con su hermano pequeño, el también guitarrista David, y el bajista John Illsley. Con ellos dos, más el batería Pick Withers, acaban de formar un grupo de nombre Dire Straits (situación desesperada), en clara alusión a sus circunstancias personales. Una noche lluviosa, Mark Knopfler acude a un pub del sur londinense en donde, sin apenas público, actúa una banda amateur de jazz. Nuestro protagonista se fija en el abnegado esfuerzo de los músicos por cumplir su labor y en la despedida del grupo al acabar: "Buenas noches, somos Los Sultanes Del Swing". Lo que dará lugar a que componga la canción con la que, tan solo unos meses después, y junto a otros cuatro temas, Dire Striats grabe una maqueta que llegará a manos del DJ de Radio London, Charlie Gillet, quien se quedará prendado del sonido del grupo y, muy especialmente, de la canción que hoy te proponemos. Su empeño en promocionarla, acabará abriendo las puertas de la discográfica Phonogram al grupo que, en febrero de 1978, editará su primer álbum. 

Con clara influencia blues y rock & roll, y la inspiración de artistas como Bob Dylan (con quien Mark Knpfler colaborará en su álbum "Slow Train Coming"), Eric Clapton o J.J. Cale, Dire Straits -siempre bajo el liderazgo de Mark Knopfler- comenzará un rápido camino a la fama, destacando la voz característica de su líder y, sobre todo, su personal rasgueo de la guitarra eléctrica hecho sin púa, algo totalmente inusual, que le da ese sonido limpio y propio inconfundible. Dire Straits se convertirá en un referente musical fundamental en la década de los ochenta, alcanzando su cúspide en 1985 con la publicación del excepcional álbum "Brother In Arms". Y, si bien es cierto que, hasta su desaparición en 1992, serán numerosas las canciones de Dire Straits que alcanzarán la fama, ninguna se identificará tan claramente con el grupo y con su líder, como "Sultans Of Swing", sin duda uno de los mejores temas de la historia del pop, del que es imposible no destacar el mítico solo de guitarra que lo culmina.